La transformación de las dos rayitas:

Si hay algo equiparable a experimentar la felicidad de averiguar, que vas a ser padre, es sin duda, saber que un familiar o un amigo (seres queridos ambos en su grado correspondiente), lo ha vivido también. Últimamente he recibido una inyección de felicidad al recibir la grata noticia por ambos casos, Jorge y Vero primero, y Chari y Alfonso después saben ya que muy pronto, esa simbólica cigüeña, expulsará de sus hogares al silencio y la calma (propias de la soledad compartida de una pareja), para darle paso a la alegría y el alboroto que traerá el nuevo y deseado miembro, transformando lo que era una pareja en una FAMILIA. Ahora se renuevan las ilusiones, y se invierten todas en preparar y acondicionar el nido, para que el crío, sienta el amor que rezumará cada detalle, pensado para él, comprado para él. Se que ahora surgen muchas dudas, que si estaremos preparados… que si es el momento… que si sabremos hacerlo bien… ¡Que sí! ¡Que sí! ¡Contestaos a todo que sí!
Siempre nos asusta lo desconocido, y esta experiencia evidentemente lo es ahora.
Estáis empezando a andar un camino, en el que solo hay una dirección, en el que cada paso es una experiencia, y cada experiencia una satisfacción. No hay que preocuparse de que vendrá, sino de vivir cada momento intensamente, desde ya mismo, disfrutando del periodo de gestación, mimando a la madre (ojo, sin dar carta blanca, que tampoco hay que abusar) y observando como evoluciona increíblemente, esa barriguita que contiene algo tan precioso como es la vida, el mas maravilloso acontecimiento obra de la naturaleza, (con vuestra aportación, claro está…) el que será desde yá vuestro ser mas querido…
Hasta que llegue otro…

Mi enhorabuena a los cuatro.